El síndrome de Asperger es generalmente
reconocido como uno de los
Trastornos
del
Espectro
Autista
(TEA),
un grupo de trastornos del neurodesarrollo con
características similares y difíciles de separar.
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Dra.
Margarita Corominas, comenta el
Espectro
del trastorno Autista "TEA"
Se caracterizan por problemas de comunicación
y las interacciones sociales, que interrumpen el desarrollo
del individuo. Se acompañan de comportamientos e intereses
limitados o comportamientos repetitivos.
Al no tener la capacidad innata de comprender las
comunicaciones interpersonales y el lenguaje no verbal,
Presentan
un retraso en la madurez social (dos años de media en la
adquisición del concepto de la amistad)
Y
en la empatía,
Así
como dificultades para controlar sus emociones.
Mientras que los niños neurotípicos comprenden muy bien los
códigos sociales y la expresión de los sentimientos a partir
de los cinco años,
los Asperger perciben el mundo físico y se interesan en él,
antes que en
el mundo social.
Los Asperger pueden comunicarse verbalmente
pero sin ver las señales sociales. Pueden empezar un largo
monólogo sobre su área de interés, sin entender ni ver el
cansancio de su interlocutor, la voluntad de cambiar el tema
o terminar la conversación.
Cuando están presentes dificultades de concentración, el
síndrome de Asperger puede incluso confundirse con el TDAH.
También se evidencia tendencialmente como una dificultad de
aprendizaje típica del síndrome de Asperger la coherencia
central: la capacidad de distinguir entre lo que es
relevante y lo irrelevante. A diferencia del TDAH,
las personas con síndrome de Asperger son capaces de prestar
atención, sin embargo suelen hacerlo sólo cuando el tema que
se trata es de su interés.
Actualmente se está trabajando como si fuera
una anomalía relacionada con la teoría de la mente
(incapacidad para comprender con normalidad lo que emite
otro, según Uta Frith y Simon Baron-Cohen).
Las personas diagnosticadas con Asperger llegan al mismo
nivel de rendimiento que los sujetos controlados en algunas
pruebas simples de la teoría de la mente, pero muy a menudo
fallan en pruebas complejas, lo que indica un déficit
selectivo en la interpretación de intenciones de los demás.
Empeoran en la empatía cognitiva (comprensión de emociones
de los otros), pero están en la media en la empatía
emocional. El déficit afecta específicamente el
reconocimiento de las emociones positivas.